Guardiones del bosque

Con tecnología de machine learning para la identificación florística, Bioflore desarrolla una plataforma para la teledetección y el monitoreo de grandes áreas forestales

Una foto aérea de las copas de los árboles de una zona de cerrado puede revelar un tesoro escondido bajo el follaje: la enorme diversidad florística y las reservas potenciales de carbono preservadas en uno de los biomas más amenazados del mundo. Esta es la propuesta de Bioflore, startup que forma parte del portafolio del Programa Soja Sostenible del Cerrado, una iniciativa del hub de innovación AgTech Garage y del Land Innovation Fund, con el apoyo estratégico de Cargill, CPQD, Embrapa y Embrapii, para fomentar soluciones de innovación a favor de la conservación del medio ambiente.

Con el aporte financiero de la Startup Finance Facility, la compañía está desarrollando una plataforma digital para catalogar especies arbóreas a partir de datos recopilados por drones equipados con sensores y cámaras de alta precisión. Las informaciones son aplicadas en un algoritmo desarrollado originalmente para el reconocimiento facial y adaptado para la identificación y reconocimiento de especies forestales. El estudio compondrá una biblioteca de diversidad florística –la plataforma FloreViewer–, capaz de generar un retrato de la biodiversidad contenida en áreas conservadas de propiedades rurales en todo el país.

Los datos se recogen a partir de estudios por sobrevuelo con drones a diferentes escalas y altitudes, capaces de captar información tanto en contexto paisajístico como en detalles valiosos para la identificación de especies, complementados con datos recogidos in situ por el equipo de Bioflore para validar la línea base de la investigación. El reto consiste en mejorar el algoritmo para la identificación individual de las copas de los árboles a partir de imágenes de alta resolución.

Con el estudio, Bioflore propone identificar qué especies existen en una propiedad y qué áreas tienen mayor diversidad florística, contribuyendo directamente a la gestión y valoración de los activos ambientales. El resultado será el desarrollo sin precedentes de modelos de detección para el mapeo automático de especies clave para el Cerrado en la región de Matopiba.

"Creemos que es posible atribuir valor económico al bosque midiendo, de una manera eficiente, segura y escalable, los servicios ecosistémicos que ofrece", dice Heitor Filpi, CEO y cofundador de la startup. "Nuestro objetivo es identificar los recursos forestales no maderables que tienen valor económico para la propiedad y la comunidad", añade.

La propuesta de Bioflore es combinar el conocimiento científico con tecnología de punta para la identificación de la biodiversidad a escala de paisaje, haciendo económicamente viable el mapeo y la detección de especies contenidas en propiedades rurales en el país. "Es muy importante que el productor rural entienda cuántas y qué especies hay en la propiedad rural. Solo así podremos calcular y valorar los activos ambientales, contribuyendo a la conservación del bosque en pie", explica Heitor.

Bioflore es una de las 28 startups que integran el portafolio del Programa Soja Sostenible del Cerrado, con soluciones que abarcan toda la propiedad rural, desde el área productiva hasta el bosque en pie. De este total, 18 proyectos implementados por 22 startups fueron seleccionados para recibir apoyo financiero de la Startup Finance Facility.

"El proyecto Bioflore reafirma el compromiso del Fondo de crear condiciones para el desarrollo de soluciones innovadoras sin precedentes en línea con los requisitos de la agenda agrícola, climática y ambiental global", dice la directora del Fondo, Ashley Valle. "El aporte del Land Innovation Fund acerca la investigación académica al ecosistema de innovación para generar soluciones de punta para toda la propiedad rural, desde el área productiva hasta la conservada, y estimular el desarrollo agrícola sostenible", agrega.

Proyecto Piloto:

La participación en el Programa de Soja Sostenible del Cerrado (PSSC) permitió la realización de un proyecto piloto en Fazenda Riachão, en Balsas, Maranhão, para crear un modelo de inventario florístico que pueda ser aplicado a otras propiedades rurales de la región. Propiedad de un miembro del Programa For Farmers, la finca cuenta con más de 6.000 hectáreas, con cerca del 60% del territorio dedicado al cultivo agrícola y el resto del área ocupada por diferentes formaciones de vegetación nativa –con bosque inundado, campo cerrado y bosque de galería–.

"La estructura del dosel de los árboles cambia según la región, el color y la forma del follaje también cambian y la frecuencia de las especies. Por esta razón, construimos bibliotecas basadas en las especies identificadas en ciertas propiedades y desarrollamos modelos regionales que se pueden aplicar a otras propiedades rurales en la misma región", explica Heitor.

Para el proyecto piloto, un equipo de BrCarbon, startup socia del proyecto y miembro del PSSC, proporcionó datos de inventario forestal para el cálculo de la biomasa, imágenes RGB sin procesar y datos LiDAR recopilados en campo en diciembre de 2022. En julio de 2023, un equipo de Bioflore regresó a la propiedad rural para recolectar imágenes RGB de muy alta resolución, identificar las especies nativas de la región y georreferenciar individuos en el campo de cada especie.

En la Fazenda Riachão, el equipo de Bioflore identificó ocho especies de palmeras y 82 especies de arbustos, algunas de ellas amenazadas de extinción, como la palmera Attalea barreirensis, conocida como Catolé, y la especie arbórea Caryocar coriaceum, conocida popularmente como “Pequi-sem-espinho”. Con el estudio, también se verificó la presencia de numerosas especies nativas con alto potencial económico, como buritis, babaçus, marañón y jatobás.

En total, Bioflore trabaja con más de 26.000 imágenes, 326 archivos de localización, documentos y planillas electrónicas que suman más de 394 GB de información. Los datos se utilizarán para mejorar el entrenamiento de los algoritmos de inteligencia artificial de la plataforma FloreViewer, posibilitando sus aplicaciones en diferentes épocas del año y en múltiples propiedades rurales en la misma región del Cerrado de Maranhão.

Historial de éxito:

Creada en 2019, Bioflore combina investigación y tecnología de punta para automatizar el monitoreo de los cambios en la vegetación, las reservas de carbono y la biodiversidad. La propuesta de la compañía es desarrollar soluciones tecnológicas que reduzcan costos con proyectos de carbono y biodiversidad, creando condiciones para el escalamiento de acciones de conservación ambiental en todo el país.

Dos miembros de Bioflore forman parte del único equipo brasileño finalista del XPRIZE Rainforest, una competición con investigadores de todo el mundo, que premiará las soluciones más innovadoras para el mapeo de la biodiversidad de los bosques tropicales. La tecnología presentada en el concurso es la misma utilizada para detectar la biodiversidad del Cerrado.

Además de participar en el Programa Soja Sostenible del Cerrado y en el aporte financiero de la Startup Finance Facility, Bioflore fue la ganadora de la etapa nacional de Climate Launchpad 2021 y un destaque de Conexões Onda Verde 2022, una iniciativa apoyada por el Land Innovation Fund, ambas organizadas por Climate Ventures.

La empresa tiene proyectos con otros dos miembros del portafolio del PSSC: con BrCarbon, creó una plataforma para centralizar la recopilación y el análisis de datos sociales en proyectos de carbono y ahora tiene la intención de expandirse a un sistema de gestión completo. Con LandPrint, trabaja en el desarrollo de modelos para automatizar el monitoreo de carbono y de la diversidad florística de propiedades rurales en la región de Chapadinha y Brejo, en Maranhão.

"En Bioflore trabajamos continuamente para demostrar el valor de la vegetación autóctona y transformarla en un activo que hay que cuidar y que merece ser valorado. Con el desarrollo tecnológico, podremos llevar el reconocimiento del valor de la biodiversidad a más propiedades en todo el país", concluye Heitor.

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