¿Nos desea Europa una feliz cosecha verde?

Aline Locks, CEO Produzindo Certo

Ya se esperaba la noticia. Sabíamos que iba a venir y era solo cuestión de tiempo. A pesar de eso, algunos se sorprendieron cuando, en diciembre de 2022, la Unión Europea aprobó preliminarmente un proyecto de ley que, entre otras normas, pretende prohibir la entrada, en los países que conforman el bloque, de commodities producidos en áreas de bosques que fueron deforestados después del 31 de diciembre de 2020.

La lista de productos incluidos en la norma tampoco es sorprendente: soja, café, cacao, carne, madera, caucho y aceite de palma, así como sus derivados, como chocolates, cueros y muebles. Todo está en la agenda de exportación brasileña para los países europeos. Entonces –y aquí también ya se esperaba– uno de nuestros clientes más importantes nos envía un mensaje muy claro al final del año: Para que seamos felices en 2023, tendremos que ser más verdes. O, mejor dicho: tendremos que demostrar, de manera más eficiente, que ya producimos bien.

Lo que puede verse como nuevo en el anuncio europeo son algunos detalles del reglamento, que aún serán votados por el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea. Un punto siempre controvertido es el hecho de que la resolución no diferencia entre deforestación legal e ilegal, algo que la ley brasileña establece. Por otro lado, la regla incluye solo áreas de bosques, lo que, en el caso de Brasil, incluye Amazonía, Pantanal y Bosque Atlántico, pero, por ahora, deja fuera biomas como el Cerrado.

Vale destacar este "por ahora". Las revisiones del proyecto de ley ya están previstas para un año después de su entrada en vigor y es probable que se incluyan nuevos biomas en las áreas consideradas restringidas por la Unión Europea. Y así, el Cerrado tiene todo para entrar en la lista, ya sea por la presión internacional o por su conocida importancia estratégica como la región de origen de algunas de las principales cuencas hidrográficas de América del Sur. Segundo bioma brasileño más grande, es uno de los que tiene las tasas más altas de conversión de vegetación nativa en cultivos y luego, una vez más, es importante recordar que, en la norma europea, teniendo como base la fecha del 31/12/2020, no importa si esta conversión es legal o no ante los ojos de la ley brasileña.

Discurso antiguo

El principal negociador del Parlamento Europeo, Christophe Hansen, dio al proyecto un aire solemne, pero extendió su impacto real. "Espero que esta regulación innovadora impulse la protección de los bosques en todo el mundo e inspire a otros países", dijo.

El término innovador, sin embargo, no encaja en esta situación. Con nuevo envase, Europa ha reeditado un instrumento ya utilizado en otras ocasiones: crear una lista de bloqueo. Cualquiera que no se encaje en el modelo está fuera. Esta es una barrera ambiental, no una solución para reducir la deforestación. El primer efecto será excluir de las importaciones europeas las regiones de fronteras agrícolas, es cierto, pero ellas seguirán creciendo para servir a otros mercados.

Los beneficiarios deben ser productores de regiones consolidadas, como el sur de Brasil, que producen en cantidad suficiente para satisfacer las necesidades europeas, pero a un costo más alto para el comprador. La deforestación, a su vez, continuará, hasta que el término "incentivo" sea dicho por los próceres de la Unión Europea, en lugar de solo restricción.

Señal de alerta

Para cumplir con la regulación propuesta, las empresas importadoras, que transmitirán este requisito a sus proveedores, deberán proporcionar una declaración de diligencia que certifique que sus cadenas de suministro no contribuyen a la tala de bosques. Aquellos que no cumplan se someterán a fuertes multas.

Las grandes empresas tienen un plazo de 18 meses para adaptarse a las nuevas reglas. Las más pequeñas, 24 meses. Esto significa que tendremos un período de transición, probablemente a partir de 2023, para que las cadenas de exportación mejoren o adopten sistemas de verificación y seguimiento, acelerando los movimientos que ya han estado ocurriendo, pero de forma aún localizada.

Incluso teniendo la opción de comprar de otras regiones, es posible que los grandes traders y empresas de alimentos, líderes en la adquisición y exportación de commodities brasileños, amplíen las experiencias piloto que ya llevan a cabo y mejoren sus modelos de originación, siendo más rigurosos en la selección de proveedores. Las nuevas tecnologías tendrán aún más espacio.

La cuestión que una vez más se impone a Brasil es utilizar esta advertencia de que el mercado ha comenzado a cambiar como un detonante para el desarrollo de una estrategia real y factible para reducir la deforestación. El entendimiento de que la decisión europea puede ser seguida por otros importadores de nuestros commodities –incluso China ya está estudiando formas de ser más exigente respecto al desempeño socioambiental al comprar commodities como la soja y la carne– podrá mostrarse como parte ya completada del trabajo para implementar políticas para fomentar la producción agropecuaria responsable de los pequeños y medianos productores. El mensaje nos fue transmitido, alto y claro.

De cara al futuro, Produzindo Certo se ha estado preparando para ayudar a los productores y empresas exportadoras a cumplir con los nuevos requisitos europeos. La Plataforma Produzindo Certo ya tiene casi 2 millones de hectáreas de soja verificadas en propiedades rurales que, en conjunto, protegen más de 2,2 millones de hectáreas de vegetación nativa. Valorar la producción sustentable de estas propiedades rurales es clave para que cada vez más productores se comprometan con una producción libre de deforestación.

Además, por medio de la red de extensionistas en sustentabilidad, que se ha conformado con el apoyo del LIF, la difusión del conocimiento y la concienciación sobre las nuevas demandas de sustentabilidad en las cadenas productivas serán cada vez más intensas. Por lo tanto, seguimos trabajando por cosechas cada vez más verdes.

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