Plantando sueños y granos

Serie de videos rescata la historia del agronegocio en el Oeste de Bahía

En la década de 1980, un fuerte flujo migratorio llevó a agricultores, agrónomos y emprendedores del extremo sur de Brasil al oeste de la provincia de Bahía, y luego a las provincias vecinas Maranhão, Piauí y Tocantins, una región que se conoció como Matopiba, en busca de tierras llanas, abundantes y baratas en el corazón del Cerrado. Ni el suelo ácido, ni la falta de infraestructura o maquinaria adecuada fueron suficientes para evitar que la región se convirtiera en uno de los mayores productores de granos –principalmente soja– y en la frontera agrícola más pujante del país.

Las ciudades surgieron a orillas de las granjas y alcanzaron récords de desarrollo. La más importante de ellas, con sólo 19 años de emancipación, es Luís Eduardo Magalhães: hace cuarenta años, la localidad era solo un punto de apoyo en la BR-242, una carretera que conecta la provincia de Bahía con el Centro Oeste brasileño. Actualmente, Luís Eduardo Magalhães es la capital bahiana del agronegocio y, junto con otros municipios como Barreiras y São Desidério, se tornó un referente nacional en la producción de granos.

Migrantes crearon sus familias y estructuraron negocios que van de padres a hijos y nietos desde aquel entonces. "Crecimos yendo a la granja. Incluso cuando éramos niños, veíamos la dedicación de tíos y padres. Es mucho más fácil cuando hay inspiración. Tenemos amor por la agricultura desde una edad temprana. Fuimos a buscar la calificación, y ahora queremos llevar las novedades e innovaciones a la granja", explica Carolina da Cunha, representante de la tercera generación de una familia dedicada a la agricultura.

La trayectoria de la familia Cunha es una de las rescatadas en las "Historias del Agro", una serie de testimonios en video producidos por la Asociación de Agricultores y Regantes de Bahía (AIBA), socio del Land Innovation Fund en proyectos que combinan innovación y sostenibilidad en favor del desarrollo agrícola responsable en la región. Organizado en cinco episodios –Origen; Sucesión Familiar, Mujeres del Agro, Maquinaria Agrícola, Sostenibilidad– los videos recuperan trayectorias individuales para contar un capítulo importante del desarrollo agrícola de la región.

"Nuestro comienzo aquí fue bajo una carpa de lona negra. Incluso el primer cobertizo de madera fue después de tres años. En aquel entonces, no teníamos carreteras, no teníamos energía y teníamos que caminar 25km para bañarnos, lavar la ropa y llevar agua, que tenía que durar hasta el otro domingo. Para llegar a Barreiras, teníamos que cruzar 125 km y dependíamos del autostop, porque no teníamos coche", cuenta Odacil Ranzi en el primer video de la serie, productor rural y actual presidente de la Asociación de Agricultores y Regantes (AIBA), en el Oeste de Bahía.

El esfuerzo de Odacil y tantos otros agricultores que exploraron el Cerrado hizo del cultivo de soja la principal actividad económica de la región en el siglo XXI. Un estudio de la Fundación Solidaridad, socio del Fondo en un proyecto de balance de carbono en la región, muestra que la producción de soja en Matopiba pasó de 5,7 millones de toneladas en 2008 a 12,8 millones de toneladas en 2019. En el Cerrado en su conjunto, la producción de granos saltó de 37 millones de toneladas en 2008 a 66,8 millones de toneladas en 2019, un aumento del 80% en el Cerrado y del 125% en Matopiba.

La semilla, que genera empleos e ingresos y lleva alimentos a la mesa de una población mundial en crecimiento, también puede contribuir a la conversión de la vegetación nativa en áreas agrícolas, generando pérdida de biodiversidad y aumentando el riesgo de desequilibrio ambiental y climático. Conciliar la creciente demanda de producción de alimentos con la preservación del medio ambiente y la mitigación del cambio climático es uno de los mayores desafíos de la agricultura en la actualidad. "La sostenibilidad tiene que estar a la vanguardia de cualquier proyecto. Con la sostenibilidad, es posible conciliar la parte ambiental, social y económica", dice la productora rural Isabel da Cunha, una de las entrevistadas del episodio sobre la sucesión familiar en el Oeste de Bahía.

Alianza con AIBA:

Responsable de coordinar las actividades de comunicación de los cuatro proyectos en implementación con el apoyo del Fondo en el Oeste de Bahía, AIBA promueve acciones continuas para crear conciencia entre los productores rurales y otros stakeholders interesados en la cadena de suministro de soja sobre la importancia del tema de innovación para la sostenibilidad agrícola.

"Las iniciativas apoyadas por el Fondo y construidas en asociación con importantes instituciones proporcionaron la construcción de una base para la sostenibilidad en el Oeste de Bahía, a partir de un trípode: gestión territorial, compromiso y cambios en las prácticas agrícolas. Una vez que se crea la conciencia de que la sostenibilidad y la innovación van de la mano, los frutos que podemos cosechar en el futuro son prometedores", dice Enéas Porto, Gerente de Sostenibilidad de AIBA.

La Asociación ha producido más de 30 videos, destacando acciones y temas directamente vinculados a las iniciativas en ejecución en la región. En la serie "Histórias del Agro", la Asociación destaca la trayectoria de algunas de las familias pioneras, los esfuerzos realizados para hacer viable la actividad agrícola en el Oeste de Bahía, las constantes inversiones en innovación y las prácticas sostenibles utilizadas por los productores rurales.

"Veo que el agronegocio solo funciona con sostenibilidad. Planeamos cada negocio para que dure toda una vida y aún más. Funciona de la misma manera en el campo. Debido a que trabajamos con el agronegocio y estamos día a día directamente conectados con el medio ambiente, tenemos que pensar diariamente en la parte sostenible", dice la productora rural Marcela Ceolin, entrevistada para el episodio "Mujeres del agronegocio".

Conozca los proyectos en ejecución en la región:

El desarrollo de soluciones de innovación combinadas con prácticas agrícolas sostenibles es el enfoque de los cuatro proyectos del Land Innovation Fund para el Oeste de Bahía. Implementadas por tres socios: la Asociación de Agricultores y Regantes del Oeste de Bahía (AIBA), la Fundación Solidaridad y Senai Cimatec, las iniciativas se dedican a segmentos diversos pero complementarios, como el monitoreo y la trazabilidad, el balance de carbono, las competencias en línea para la innovación y la participación de los productores rurales.

- Laboratorio de Soluciones Innovadoras | Senai Cimatec

Un programa de innovación abierta en tres ciclos, AIBA LAB atrajo a más de 80 participantes, con 110 horas de mentorías de negocios y 14 reuniones en línea con expertos para mapear y comprender las demandas, desafíos y oportunidades para el desarrollo agrícola sostenible en la región. También se mapearon 15 startups con soluciones que combinan innovación y sostenibilidad aplicables a las necesidades de la región.

- Sistema de Monitoreo y Uso de la Tierra | Senai Cimatec

Plataforma digital para la gestión de datos e indicadores económicos y ambientales de la cadena de soja en el Oeste de Bahía, SIMA integrará datos de múltiples sistemas y los organizará en módulos dedicados a la gestión de recursos hídricos, cadena de carbono y uso de la tierra. El sistema tendrá una calculadora de carbono, en desarrollo por Solidaridad, para ayudar a tomar decisiones sobre las mejores prácticas agrícolas.

- Balance de carbono | Fundación Solidaridad

Veinte agricultores, que representan más de 100.000 hectáreas en cinco ciudades diferentes, contribuyeron al desarrollo y validación de una calculadora de carbono para la soja en el Oeste de Bahía. Los datos integrarán un amplio estudio sobre el mapeo de carbono en diferentes escenarios de suelo en la producción de soja en Matopiba, que se publicará en el segundo semestre de 2022, y estará disponible en SIMA, en desarrollo por SENAI CIMATEC.

- Participación de Propietarios Rurales | AIBA

La mayor asociación de productores rurales de Bahía es responsable de coordinar las actividades de campo y comunicación de tres proyectos en el Oeste de Bahía, dos con el Centro Integrado de Manufactura y Tecnología de SENAI CIMATEC –el Laboratorio de Soluciones Innovadoras y el Sistema de Monitoreo y Uso de la Tierra– y otro de Balance de Carbono con Solidaridad Brasil. AIBA ayudó a SENAI CIMATEC a promover los eventos para la competencia abierta de AIBA LAB; contribuyó a la operación y validación de los módulos de SIMA; y aseguró la participación de los agricultores en las actividades del proyecto de Balance de Carbono de Solidaridad.

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